Encrucijada es la exposición de la artista e investigadora italocanadiense Giuliana Racco que se basa en la extensa investigación crítica sobre la movilidad humana, los procesos fronterizos, la restricción, los anhelos de los migrantes y sus formas de resistencia o adaptación.
Esta exposición funciona como un punto de convergencia que pone en diálogo los diversos contextos y realidades migratorias presentes en el trabajo de Racco, como Cúcuta, Palestina, Italia, España o Suecia. Al mismo tiempo, es punto de partida para la etapa final del proceso de investigación en la frontera colombo-venezolana.
La exposición se realiza en asocio de la Fundación El Pilar y, en Bogotá, con el Espacio KB, donde se expone en Bogotá, mientras que la exposición en Cúcuta el Museo Norte de Santander y ciudad de Cúcuta, es la entidad que la ha acogido.
La muestra incluye seis obras de video, acompañadas de publicaciones impresas y obras plásticas derivadas de los proyectos participativos de la artista. A través de la producción colectiva y la pedagogía popular, Racco busca generar reflexión, transformación y empoderamiento en estas comunidades migrantes.
En Cúcuta donde ofrece la oportunidad de reflexionar sobre cómo las experiencias en la frontera pueden asemejarse a procesos migratorios en otras latitudes, resaltando la importancia de reconocer la migración como un fenómeno global.
Racco también presentó el libro La cultura no es una autopista, los museos podrían ser jardines, en la Sala de Exposiciones de la Facultad de Artes de la Pontificia Universidad Javeriana.
Este libro explora estructuras institucionales, especialmente relacionadas con la toma de decisiones en el ámbito de la producción cultural y artística y la distribución de recursos. Examina los diferentes ejes de discriminación basados en el origen, la raza, el género, la orientación sexual y la discapacidad, y busca crear herramientas y sugerencias para contribuir a un acceso equitativo a los recursos para la producción cultural y artística, así como diversificar los programas culturales creados.
Al mismo tiempo, busca mecanismos para garantizar la inclusión de artistas y trabajadores culturales que “representen la diversidad” no sólo hacia afuera, sino también en las estructuras internas, en los lugares de máximo poder y de toma de decisiones del sector cultural.