La Biblioteca Nacional de Colombia presenta la exposición ‘Breve historia de la censura: dos siglos entre el control y la libertad de expresión en Colombia’, una mirada retrospectiva a la lucha entre el poder y la prensa a lo largo de la historia colombiana.
En esta ‘Breve historia de la censura’ se da relevancia a cómo la libertad de expresión ha sido considerada por distintos poderes, algo
problemático, tanto desde aspectos políticos como morales.
Es una muestra histórica que ofrece una exploración deperiodos de censura que han marcado el curso de la prensa y la libertad de expresión en el país, en el que han estado involucrados instituciones como el Estado y la Iglesia.
Vale decir que en Colombia la censura ha tenido momentos tristemente célebres y más conocidos que otros, como durante el gobierno de Rojas Pinilla, cuando suspendió al periódico El Siglo, persiguió legalmente a El Colombiano y obligó a que periódicos como El Tiempo y El Espectador, que tras su clausura publicaron bajo el nombre de Intermedio y El Independiente.
Tampoco hay que olvidar las censuras ejercidas por grupos armados ilegales, como paramilitares, narcotraficantes y guerrilleros. La Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), hace un constante seguimientos de casos de censura en Colombia, muchos de los cuales se presentan entre periodistas que trabajan en regiones distintas Bogotá.
La exposición da un panorama de doscientos años a través de cuatro períodos en los cuales la censura oficial buscó imponer restricciones a la expresión. La muestra, compuesta por documentos provenientes de la Biblioteca Nacional de Colombia, el Archivo General de la Nación y el Museo y Archivo Histórico de la Universidad Externado de Colombia, destaca la lucha constante entre la Iglesia, el Estado y los periodistas por el control de la información y la libertad de prensa.
Un ejemplo es cuando en 1913, ante la imposibilidad de detener algunas publicaciones, la Conferencia Episcopal calificó a la pren
sa de tendencia liberal como "impía, inmoral, corruptora y maldita", amenazando a sus fieles con la excomunión y la pena de pecado mortal si se acercaban a tales fuentes de información.
“Es un recorrido por doscientos años en los que se pueden reconocer, al menos, cuatro periodos durante los cuales se ejerció la censura oficial. Es un ejercicio de memoria que busca llamar la atención sobre las restricciones ejercidas por la Iglesia y el Estado sobre la palabra escrita, especialmente la prensa, y reflexionar sobre sus posibles efectos en la sociedad”, señala Paola Ruiz, curadora de la exposición. La censura no solo afectó a la prensa, sino también a la literatura.
Autores como José María Vargas Vila, conocido por obras como Aura o las violetas e Ibis, fueron excomulgados y catalogados como "novelistas malos" por la Iglesia. A pesar de tales acusaciones, las obras de Vargas Vila prevalecieron y han sido objeto de múltiples ediciones.
Los documentos se pueden ver en la sala principal y en una sala contigua. Consta de textos, historia, análisis y grandes impresiones de publicaciones puestas en las paredes, además de frases casi lapidarias sobre el tema.
Si bien no toca aspectos contemporáneos y la manera como las personas entienden hoy este término, esta breve historia plantea la pregunta de hasta qué punto la censura sigue siendo un método de control de distintas instancias de poder.
“Una conclusión de esta mirada histórica que hace la exposición es que, a pesar de las multas, los cierres de imprentas y el apresamiento de escritores y editores, la censura oficial no ha impedido por completo la publicación y circulación de información”, resalta Adriana Martínez-Villalba, directora de la Biblioteca. “Porque, por el contrario, uno de los efectos de esas restricciones de publicación ha sido la recursividad —diría también heroicidad— de los periodistas y editores para encontrar maneras de superar las limitaciones y lograr que la información circule. La exposición es eso: un elogio a la libertad de prensa”
El legado de estos periodos de censura plantea interrogantes fundamentales sobre la libertad de expresión y cómo enfrentar los desafíos actuales, como la desinformación y las noticias falsas en la era de las redes sociales. La exposición es acompañada por un programa de charlas y talleres, diseñado para reflexionar sobre estas cuestiones y explorar nuevas perspectivas en torno al ejercicio y la percepción de la censura en la actualidad.