Bogotá está en proceso de trazar su rumbo cultural, artístico y patrimonial para los próximos años a través del ‘Plan de cultura 2038’.
El proyecto, estructurado en torno a cinco líneas claves, busca la participación de la ciudadanía con el fin de transformar la forma en que se concibe y se experimenta la cultura en la ciudad.
“Bogotá debe contar con un horizonte a mediano plazo que oriente la gestión social, política y financiera del sector cultura, sin perjuicio de los programas de gobierno o de los planes de desarrollo de las administraciones. Más que un conjunto de programas y proyectos, el ‘Plan de cultura 2038’ será un conjunto de acciones que promuevan las condiciones que garanticen los derechos culturales de los ciudadanos para que puedan ser ejercidos de forma plena y en libertad”, señaló Catalina Valencia, secretaria de Cultura, Recreación y Deporte. El plan se basa en cinco líneas: ‘Libertad e identidad’, que reconoce el derecho de las personas a expresarse, elegir su propia identidad, e identificarse con comunidades. En ese sentido, la segunda línea ‘Comunidades creadoras’, promueve el derecho a ejercer prácticas culturales propias, participar en actividades creativas y compartir conocimientos y expresiones culturales.
La línea ‘Diversidad y diálogo intercultural’ reconoe la diversidad en la vida de otros, y promueve un estilo de vida que valore bienes culturales y recursos como la tierra, el agua, la biodiversidad y el lenguaje. Entre las líneas están incluidas la ‘Agenda cultural y política’ para fomentar la participación en la transformación de las condiciones que limitan el ejercicio de los derechos culturales y, también, la ‘Acción colectiva’ que facilita la colaboración entre grupos sociales privados y públicos para el ejercicio de los derechos culturales en conexión con los territorios y poblaciones locales.
El plan busca, además, que los bogotanos reconozcan la cultura como un elemento transversal en la vida social y lo conecte con el ejercicio de otros derechos humanos.
Para la formulación se realizan mesas intersectoriales, mesas sectoriales con entidades sin ánimo de lucro, sector privado, expertos y académicos, así como consultas ciudadanas y encuestas a agentes del ecosistema cultural de Bogotá.
Los ciudadanos pueden unirse a través de una encuesta disponible en línea, donde pueden compartir sus visiones para la Bogotá deseada en 2038.